"Wait Long by the River and the Bodies of Your Enemies Will Float By" is the second album released by the Drones. The album draws influence from the likes of Neil Young and The Birthday Party, though it has been described by lead singer/guitarist Gareth Liddiard himself as a punk rock album. The lyrics, penned by Liddiard, deal with issues such as death, depression and alcoholism in its depiction of Australian working class life. The album received critical acclaim upon release, regarded later on as the band's "break-out" and one of their most popular releases. The track "Shark Fin Blues", in particular, went on to become a concert staple and was voted by contemporary Australian songwriters as the greatest Australian song of all time in October 2009. The album itself was performed live in its entirety many times, even as a part of the acclaimed Don't Look Back concert series. In 2008, The Age ranked it the best Australian album of the 21st century. Three years later, the band's contemporaries & "industry experts" would vote it the 24th best Australian album of all time. --------------"Wait Long by the River and the Bodies of Your Enemies Will Float By" es el segundo álbúm lanzado por los Drones. El álbum tiene influencias de artistas como Neil Young y The Birthday Party, aunque ha sido descrito por el mismo cantante y guitarrista Gareth Liddiard como un álbum de punk rock. La letra, escrita por Liddiard, trata temas como la muerte, la depresión y el alcoholismo en su descripción de la vida de la clase trabajadora australiana. El álbum recibió elogios de la crítica tras su lanzamiento, considerado más tarde como la "ruptura" de la banda y uno de sus lanzamientos más populares. La canción "Shark Fin Blues", en particular, se convirtió en un elemento básico de los conciertos y fue votada por los compositores australianos contemporáneos como la mejor canción australiana de todos los tiempos en octubre de 2009. El álbum en sí se interpretó en vivo en su totalidad muchas veces, incluso como parte de la aclamada serie de conciertos Don't Look Back. En 2008, The Age lo clasificó como el mejor álbum australiano del siglo XXI. Tres años más tarde, los contemporáneos de la banda y los "expertos de la industria" lo votarían como el 24º mejor álbum australiano de todos los tiempos.